
Si estás pensando en realizar un cambio en tu vida y pasar de una vida sedentaria y plagada de malos hábitos a una vida activa que te haga sentir más enérgico y saludable, este post, te interesa.
El fitness va más allá de la imagen que tienen muchos de cuerpos musculosos, sin pizca de grasa, construidos a base de machacarse en el gimnasio y hartarse de merluza, brécol y claras de huevo. El fitness es un estilo de vida. Es quererse, querer conseguir la mejor versión de uno mismo, primando ante todo la salud, si bien también se consiguen mejoras estéticas.
El tándem que forman la alimentación sana y equilibrada (comiendo absolutamente de todo pero con control y cabeza), y el ejercicio físico regular, producen beneficios que se notan a nivel físico y mental. Y es que está comprobado que el ejercicio físico es la mejor medicina contra algunas de las enfermedades más extendidas en nuestro tiempo, como el estrés o la ansiedad.
Pero, ¿cómo dar el salto y empezar una “vida fitness”? A continuación te damos las 8 claves que debes tener en cuenta.
Ante todo, debes tener presente que no se trata de algo puntual. Una vida fitness no se empieza con el objetivo de perder esos tres quilos de más que has cogido tras las vacaciones. El fitness es un estilo de vida. Se trata de adaptar unos hábitos saludables para que pasen a formar parte de nuestra vida, de manera que no sea algo que le imponemos a nuestro cuerpo y mente, si no algo que acaban necesitando.
No lo hagas solo por pura estética, porque los resultados se ven a largo plazo. La única fórmula mágica y definitiva es la constancia. Hazlo por tu salud y tu bienestar. Recuerda, mens sana in corpore sano.
No vayas de 0 a 100 el primer día. Deja que el cambio sea gradual. Además de evitar una lesión o un pico de ansiedad, hacerlo progresivamente te generará menos estrés corporal y mental. Habitúa tu cuerpo a realizar ejercicio físico poco a poco, empezando con ejercicio sencillos y sin peso, con sesiones de entrenamiento más cortas, etc. Y lo mismo con los cambios alimenticios. No se trata de comer solo lechuga. ¡Ve paso a paso!
Huye de los extremos. La obsesión no lleva a nada bueno. No por hacer ejercicio todos los días vas a conseguir mejores resultados y más rápido. El descanso es fundamental para que el cuerpo se recupere y pueda funcionar de manera óptima. De igual manera, la comida es la gasolina del cuerpo, y no comiendo te arriesgarás a sufrir enfermedades, trastornos y no conseguirás rendir en tus ejercicios. Ante todo, ¡cabeza!
Rodéate de aquellos que te apoyen. Mucha gente que no lleva un estilo de vida saludable critica a quien si lo hace. ¿Por qué? Probablemente por envidia, porque ellos no son capaces de salir de su zona de confort. No dejes que te boicoteen. Si empiezas una vida fitness es por ti y porque quieres. ¡Visualiza tus objetivos y ve a por ellos!
Que no traten de venderte extras. Para estar sano, conseguir resultados y verse bien no te hacen falta pastillas mágicas, batidos o una equipación a la última. Solo tienes que enfocar tu meta e ir a por ella. Los extra solo harán que pierdas dinero que puedes invertir en otras coas como viajar, ir al cine y, por qué no, ¡comer!
No persigas conseguir el físico de nadie o alcanzar sus marcas. Compárate contigo mismo y busca mejorar cada día. Márcate pequeños objetivos y da el 200% por conseguirlo. Tú debes ser tu prioridad. ¡Reivindica tu originalidad!
Permítete fallar. No podemos estar centrados todo el rato. Todos tenemos días malos y cuidarnos tiene que ser lo más importante. ¡Recuerda que cada día vuelve a salir el sol y tienes una nueva oportunidad de empezar!
En definitiva, busca mejorar y sentirte mejor. Hazlo por y para ti, por nadie más. Céntrate en ti mismo y disfruta del proceso. Vida solo hay una y para vivirla mejor es necesario cuidarse pero, sobre todo, sentirse orgulloso de uno mismo y ser feliz.
¿Preparado para empezar en este estilo de vida?